Paola Jiménez El brasier, una prenda que millones de mujeres usan todos los días, no siempre existió como la conocemos ahora. De hecho, su historia está llena de transformaciones y cambios. Lo que comenzó como una necesidad funcional terminó convirtiéndose en una pieza de moda, de identidad, y hasta de liberación personal. Pero si hay una pregunta que sigue despertando curiosidad es: ¿quién inventó el brasier? Aunque su evolución incluye aportes de muchas culturas y épocas, hay un momento clave en la historia moderna donde se marca el inicio del sujetador tal como lo conocemos hoy. ¿Quién inventó el brasier? Antes del brasier moderno: los primeros antecedentes Aunque parezca sorprendente, existen evidencias de prendas similares al sujetador en civilizaciones antiguas. Por ejemplo, en un mosaico romano del siglo IV D.C., ubicado en la Villa Romana del Casale (Sicilia), s e observan mujeres usando una banda en el pecho. También en la isla de Creta, durante el siglo XIV A.C., las representaciones femeninas muestran una prenda ajustada al busto. En la India, los textos del siglo VII mencionan el kuchabandha , una "banda para el pecho" usada por mujeres de la época. En China, durante la dinastía Ming (siglos XIV–XVII), se utilizaba un corpiño de seda que se ataba al cuello y la cintura. Durante siglos, la vestimenta femenina consistió en prendas como corsés o corpiños, pensados para moldear la figura y dar soporte. Sin embargo, el concepto de comodidad no era prioridad. Todo eso comenzó a cambiar hacia finales del siglo XIX. Herminie Cadolle y el “corsé de copa” En 1889, en Francia, Herminie Cadolle fue la primera en presentar una idea innovadora. Ella cortó un corsé en dos partes, creando una pieza superior que sostenía el busto con tirantes, y otra inferior para la cintura. A su invento lo llamó “corsé de copa”, y aunque seguía vendiéndose como un conjunto, fue el inicio del brasier moderno. Este diseño fue muy importante porque separó por primera vez el soporte del busto del moldeado del abdomen. El top que Cadolle diseñó fue pensado específicamente para sujetar los senos y dar libertad de movimiento. Puede considerarse una precursora clave en la evolución del brasier. Marie Tucek: la primera patente con forma de brasier Poco después, en 1893, una mujer llamada Marie Tucek dio un paso más allá. En Estados Unidos, recibió la patente de un diseño que ya incluía copas separadas para cada pecho, una base metálica de soporte y tirantes para sujetar los hombros. Esta pieza se parece aún más al brasier moderno, y muchos la consideran una inventora clave, aunque su modelo no se popularizó de inmediato. Mary Phelps Jacob: la joven que revolucionó la ropa interior La persona a la que más comúnmente se le atribuye la invención del brasier moderno es Mary Phelps Jacob, una joven neoyorquina de apenas 19 años. En 1910, Mary había comprado un vestido muy elegante, pero todos los corsés que probaba se notaban debajo de la tela . Buscando una solución, tomó dos pañuelos de seda y una cinta, y confeccionó su propio sujetador casero. Este diseño fue tan cómodo y práctico que varias amigas comenzaron a pedirle que les hiciera uno. Al darse cuenta de su potencial, Mary registró la patente del invento en 1914, bajo el nombre de “Backless Brassiere” (sujetador sin espalda). Con eso, se convirtió en la primera persona en patentar oficialmente un brasier moderno. La historia cuenta que, ante la demanda creciente, Mary vendió su patente a la compañía Warner Brothers Corset Company por solo 1,500 dólares, y esta empresa generó millones de dólares fabricando su modelo en las décadas siguientes. Después de la patente de Mary Phelps Jacob, el brasier fue adoptado cada vez más. En las décadas siguientes, se introdujeron las tallas de copa (A, B, C, D), se agregaron bandas elásticas, ganchos y otros elementos que hoy damos por sentado. Más adelante, el brasier fue reinventado por la moda. En los años 50 , estrellas como Marilyn Monroe y Jayne Mansfield convirtieron al brasier en una prenda sensual. En los años 70, con el auge del feminismo, muchas mujeres lo rechazaron como símbolo de opresión, mientras que en los 90 y 2000, marcas como Victoria’s Secret y Calvin Klein lo transformaron en ícono de estilo. Hoy, gracias a marcas como Savage x Fenty, ThirdLove o Skims, el brasier se diseña pensando en la inclusión, comodidad y diversidad corporal. Ya no se trata de esconder el cuerpo, sino de acompañarlo, respetarlo y celebrarlo. PJG Contenidos Relacionados: ¿Moda para gatos y perros? Así es la nueva colección de Adidas para mascotas Carolina Herrera: la inspiración que marcó su legado en la moda