Las bodas en España han ido cambiando en las últimas décadas, en parte por los cambios sociales, culturales y económicos del país. Así, antes era un acto marcado por la religión plagado de tradición y protocolos y hoy en día es una fiesta, mucho más flexible y diversa en la que las parejas , que ya suelen llevar tiempo compartiendo vida y vivienda, priman la celebración con los seres queridos, sean decenas invitados o cientos, como antes. Así, la factura de ir a una boda o protagonizarla ya no es la misma, en parte porque los precios han subido y también porque muchos novios no quieren que los costes suban tanto entre los mil detalles que históricamente no habían. Algunos ya no dan detalles a los invitados y a menudo no hay 'dress code', pero lo que no ha variado es que una boda está asociada siempre a comida y bebida. Así, históricamente los banquetes de boda eran el punto en el que demostrar poderío, a base de aperitivos inacabables y de platos y botellas caros y ahora no todo el mundo hace lo mismo pero sí sigue primándose una comida inolvidable. Ahora lo ha descubierto Chih, una joven asiática que vive en Londres y que hace poco contó en su TikTok (@matcha.studio.ldn) que estuvo en una boda en España. «Todo lo que comí en una boda en España», destaca ella en la publicación, que en tres días supera las 45.000 visualizaciones. Su perfil no cuenta nada más de su relación con España y ella misma no da mucho más detalles del enlace en sí, más allá de que fue en Madrid y que le pareció « tan hermosa ». Primeramente se graba desde el aeropuerto para contar que pretende enseñar «todo». Y allá va con pequeños clips de los platos, escritos en castellano y en inglés, que se fue encontrando en el aperitivo a pie. Caldo de pollo, resguardado en un termo y que cada uno se va sirviendo, tartar de atún, jamón ibérico , que un cortador de jamón va sirviendo con picos.... En las imágenes aparece ella catándolo todo, con caras pocas expresivas con las que se deduce poco si le está gustando o no. Sí que queda claro, a la vista de las exclamaciones, que la paella que cocinaron y servían al momento le encanta. Chih también comió una tostada con anchoas, una gilda (que detalla cómo son para quienes no las conozcan) y una especie de gazpacho de remolacha con fresa, tortitas de camarón o alcachofa frita y steak tartar. Además, había un 'self service' de pasta, con tres gustos distintos, croquetas, foie con galleta caramelizada y buñuelos de bacalao. Ya sentada en la mesa comió, como platos principales, ensalada de marisco y medallón de ternera con puré de patata , antes de ir a un texturas de chocolate de postre y luego le quedó espacio para probar macarons. «Gracias a la novia y al novio por una boda tan fantástica», sentencia Chih. En los comentarios, ella confirma que los platos que más le gustaron fueron el tartar de atún y el jamón. «Si hubieras ido a una boda gallega hubieras flipado más», ironiza un internauta, al que ella le contesta que «ojalá pueda ir a una». También algunos se sorprenden de que haya paella en los aperitivos aunque decenas de personas confirman que es habitual, y otro seguidor le apunta que «me falta sorbete y un plato de pescado».