Han pasado poco más de dos meses desde que Irene Rosales y Kiko Rivera anunciaran su separación, tras once años juntos. La ruptura fue silenciosa, sin reproches públicos y dejando en claro que su prioridad serían sus hijas: Ana y Carlota. Ahora, todo apuntaría a que Irene habría vuelto a ilusionarse. Según contó Lorena Vásquez en el programa 'Y ahora Sonsoles', la exmujer de Kiko estaría saliendo con Guillermo , un empresario sevillano de uno 40 años, moreno, con barba y deportista. La periodista señaló que la pareja vive un romance muy discreto e incluso, aseguró que este nuevo amor representa un refugio de calma tras años de exposición constante. Sobre Guillermo, se sabe que está recientemente separado y tiene un hijo adolescente, lo que explicaría su prudencia a la hora de dejarse ver. «Ambos van poco a poco», explicó Vásquez, resaltando que la prioridad de ambos es proteger a sus familias. En el pódcast 'Mamarazzis', especio que Lorena comparte con Laura Fa, brindaron más detalles del flamante romance. Según las comunicadoras, los rumores comenzaron en verano , tras varios encuentros furtivos. Uno de ellos, en una playa de Huelva. Cabe resaltar que, de momento, Irene no ha confirmado ni desmentido nada. Sin embargo, cuando ha sido abordada por los periodistas sobre el supuesto romance, no ha podido evitar sonreír: «Se dice que lleváis juntos desde el verano, desde agosto, que os han visto en playas de Huelva y que lo habéis llevado con mucha discreción», a lo que ella respondió: «Bueno, también he estado con un pastelero, con otro... agosto da para mucho». Mientras tanto, quienes la conocen bien aseguran que Irene está tranquila y feliz, centrada en sus hijas y en esta nueva etapa lejos del ruido mediático. «Ha recuperado la ilusión y la sonrisa», cuentan desde su entorno, destacando que Guillermo le aporta estabilidad y discreción, dos cualidades que Irene valora más que nunca. El tiempo dirá si esta historia se consolida, pero lo cierto es que Irene Rosales ha vuelto a ser noticia, esta vez, no por su ruptura, sino por haber recuperado las ganas de enamorarse.