Isabel González Aguirre Un grupo de especialistas de la UNAM en coordinación con personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) así como de la secretaría de cultura federal, confirmaron un nuevo hundimiento en el atrio de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México . Tal como lo dio a conocer Grupo Imagen hace unos días, el atrio del monumento histórico más importante de México en términos religiosos, presentó anomalías más visibles luego de las lluvias sin precedentes del mes de agosto pasado en el Zócalo de la Ciudad de México, lo que obligó a las autoridades de la catedral y del gobierno federal a solicitar estudios más profundos en el área afectada a un grupo de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Luego de varias semanas de practicar evaluaciones dentro de las instalaciones del monumento, justo en la esquina de la calle de Guatemala y Seminario (frente al Templo Mayor), los especialistas entregaron su estudio y señalaron que existe un hundimiento aproximado entre 30 y 40 centímetros, así como daños en el material de base (tepetate). Con base en los estudios practicados, se prevé que en breve las autoridades federales y catedralicias den a conocer a la opinión pública - de manera oficial -las acciones que llevarán a cabo para lograr estabilizar la zona. En información obtenida por Grupo Imagen , los especialistas y trabajadores retirarán el adocreto que aún cubre la zona y posteriormente, rellenarán el hundimiento para recobrar la capacidad de soporte. Una vez realizada la maniobra de nivelación , los trabajos se enfocarán en colocar los acabados finales. La dirección general de sitios y monumentos del patrimonio cultural junto con personal del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tendrán a su cargo las obras de reparación y conservación. El hundimiento fue mayor al que esperaban De acuerdo con los registros de las autoridades federales, hace varios años el paso de una pipa de agua con capacidad para 12 mil litros, a la altura del atrio oriente de la catedral y Plaza Gamio (Sagrario Metropolitano) provocó deformaciones en el piso en un área de 10 metros cuadrados aproximadamente. Sin embargo, por la emergencia de los sismos del 2017, los trabajos de autoridades federales y catedralicias se concentraron desde el 2020 y hasta el 2024 en diversas áreas del monumento histórico distintas al atrio, pese a que se sabía de las afectaciones causadas por la pipa, solo que se desconocía su magnitud. Fue hasta este año 2025 que, con recursos propios de la catedral, se resolvió atender la deformación del piso del atrio de la mano de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural. Durante las revisiones, fue posible establecer que el hundimiento era mayor al visible en razón de que "el firme ya no estaba sustentado por el sustrato” indicó la información a la que se tuvo acceso. Las distintas evaluaciones del área impactada descartaron “que la afectación fuera derivada por el túnel del metro dado que éste pasa varios metros lejos de la zona en cuestión”. A partir de la información recabada, se desprende que el hundimiento confirmado por los especialistas y dado a conocer desde septiembre pasado por Grupo Imagen , se originó -por lo menos- desde el 2016 ; es decir hace nueve años. Al conocer del hecho, habitantes del Centro Histórico declararon a Grupo Imagen que esa zona de la catedral y el templo mayor “no puede soportar un sobrepeso mayor a las seis toneladas”. *bb Contenidos Relacionados: UNAM analiza hundimiento en la Catedral Metropolitana tras histórica lluvia en CDMX ¿Qué se esconde bajo la Catedral de Morelia? Historia virreinal que podría ser revelada