Corría el año 2015. El Gran Premio de Malasia ponía en juego en título del Campeonato del Mundo de MotoGP, donde dos contendientes acaparaban las opciones: Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Aquel día, en el circuito de Sepang, Marc Márquez se entrometió en el duelo de los pilotos de Yamaha. Márquez sostuvo una lucha a tumba abierta con Rossi mientras Lorenzo se escapaba, lo que le daría una buena ventaja para la última carrera de la temporada. Inmersos en un guerra encarnizado, Márquez y Rossi se adelantaron en varias ocasiones con contactos incluidos, hasta que el italiano alargó la trayectoria en la salida de una curva y chocó con el catalán, que rodaba por el exterior del ángulo y terminó en el suelo. “Rossi nunca dio una patada”, defiende ahora un compatriota, Loris Reggiani, subcampeón mundial de 125 y 250 centímetros cúbicos. Una década después, la polémica permanece abierta. Aquel día, la relación entre Rossi y Márquez se fracturó hasta día de hoy.