Altair Mendiburu perdió a su hija Iria a los seis meses de embarazo. Era abril de 2024 y a la ilusión inicial de ser madre por segunda vez le siguió la incertidumbre tras sufrir algún sangrado. Esta vecina de Badostáin ya había tenido dos pérdidas previas –“en la semana 7 u 8 de gestación”– y un día, yendo a buscar a su otra hija, Vega, al colegio, volvió a sufrir un sangrado abundante.