"En Lantz, antes todas las casas tenían vacas, y ahora solo hay tres ganaderías"

En ocasiones tanto la protagonista de esta entrevista como sus vecinos de Lantz perciben que los forasteros consideran “el pueblo un parque temático”. Beni Irurita Loyarte, de 53 años, reclama empatía a los turistas de la ciudad para las personas que habitan en las zonas rurales. Tras 22 años como responsable de administración y contabilidad en varias empresas mediante la figura de trabajadora por cuenta ajena, Beni cambió de rumbo y se centró en la granja de vacuno de leche de su familia con 240 vacas –entre grandes y pequeñas–, que suministra a Lacturale. En 2019 inició esta nueva etapa a jornada completa, cuando sus dos socios y ella instalaron un robot de ordeño para optimizar medios. “Con esta inversión, el ahorro de recursos humanos en el ordeño los dirigimos a trabajar más en el campo, con dobles cultivos para acopiar más forraje para el ganado”, aclara.