Jorge Emilio Sánchez / Enviado MORELIA. En el mundo de los traileros, personas que conducen noches enteras trasladando camiones de carga, existe un secreto a voces que David Pablos en su nueva película profundizó, y es el sexo que practican con personas de su mismo sexo. Para abordarlo, Pablos no quiso censurarse, decidió que si iba a mostrar este aspecto humano del deseo y los sentimientos reprimidos, tenía que hacerlo mostrándolo tal cual era, entonces, sus personajes tienen relaciones sexuales explícitas durante la trama, donde los genitales, los sonidos, la saliva, las pieles y las cicatrices se vuelven el paisaje. “Cuando hice esta película iba a retratar el sexo entre hombres y por lo tanto era importante hacerlo sin pudor, me aventé al vacío, tomé riesgos, porque sentí que era lo necesario, sentí que la película necesitaba esto. Uno filma la película para uno mismo, hace la película que quiere ver en pantallas”, detalla Pablos en entrevista con Excélsior sobre En el camino . Para lograrlo, primero decidió que los actores que conforman el elenco de la película fueran, en su mayoría, actores naturales (es decir, sin formación académica) provenientes de la población, en este caso de Ciudad Juárez. Posteriormente cuando tuvo definido al elenco había que trabajar la parte de las escenas explícitas. Patricia Reyes, coach actoral, detalla este proceso. “Desde que me dio el guion, desde ahí dimensionas lo que tienes que hacer, el trabajo, en principio que estuvo vinculado en dirección del casting, ya desde ahí estábamos involucrados creativamente. Fuimos a la búsqueda en Juárez, luego a hacer talleres, había que enfocarse en Víctor (personaje principal), luego con Osvaldo (secundario, único actor de formación del cast); los entrenamos en un taller juntos para que surgiera la conexión”, apunta Patricia. Dan la vida en el papel Pero los actores, en la vida real, llevaron más allá el guion. Osvaldo, por una parte, se subió con traileros reales a recorrer carreteras enteras, una ocasión no durmió por hasta 5 días, pero ahí se dio cuenta de algo, de la verosimilitud que tenía el guion de Pablos. “Ahí vi de todo, la escena donde el camionero orina dentro de un vaso y el acompañante lo sostiene, fue algo que pasó de verdad. Los desvelos, las noches en el camino, pero sobre todo que hubo una ocasión que les leí el guion, veníamos desde Ciudad Juárez y llegamos a Ciudad de México, se los estaba leyendo y me pedían que siguiera, porque había párrafos y frases que ellos completaban, porque eran cosas que ellos realmente vivieron”, detalla Osvaldo a Excélsior . Pero quién decidió correr aún más riesgo en el papel fue Víctor Prieto, el actor natural que da vida al protagonista, El Veneno , un joven cuyo padre lo rechazó por su identidad sexual, y escapó de una red de trata de abuso homosexual y encuentra refugio en El Muñeco (Osvaldo Sánchez), un camionero reprimido y un padre ausente. Para dar verosimilitud a su personaje, Víctor se introdujo en bares gay clandestinos para probarse a sí mismo que podía seducir como lo hace en el filme con los traileros. “Yo salía de filmar y me iba a un bar, a una cantina, a un antro, a ligar con señores mayores, no estar con ellos íntimamente, pero a ligar con ellos. Y pues sí, llegaba a un punto en donde también tenía que alcoholizarme, amanecer y estar con esa cruda, ese peso y ese cansancio para poderlo proyectar también en la película de forma real”, detalla Víctor. Todo da como resultado una crudeza, una sensación de conocer las locaciones y a los personajes aún con sus trágicos momentos. Sin embargo, pese a los riesgos, asegura Pablos, todo siempre estuvo bien cuidado. “La producción lo que hace es tejerles una red de contención, de protección y no nada más con ellos, con el crew entero mientras filmamos en Juárez, en ciertas zonas que pueden ser difíciles. Lo único que la producción puede hacer es contener, crear ciertas estrategias para establecer una comunicación, también teníamos en el set todos una aplicación que notificaba dónde estábamos, cuándo entrábamos y salíamos del hotel. En el caso de Víctor y Osvaldo esto fue parte de una preparación antes de llegar al rodaje y se hizo bueno, con todas las precauciones que se pueden tomar, tratar de ir a una ruta que no estuviera tan caliente, por ejemplo”, concluye Pablos. En Venecia La película recibió dos premios destacados en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2025: Premio Orizzonti a Mejor Película: Este galardón reconoce las nuevas vanguardias del cine mundial y fue otorgado a En el camino por su narrativa innovadora y su enfoque audaz sobre temas contemporáneos. Premio Queer Lion 2025: Este premio colateral del festival distingue a las mejores películas con temática LGBTQ+ y cultura queer. En el camino fue reconocida por su representación auténtica de una relación homosexual en un contexto hostil y violento. “Quiero filmar sin concesiones” En entrevista con Imagen Radio, el realizador contó cómo se adentró en el mundo de los traileros del norte de México. MORELIA.— “No sabemos mucho de ese mundo ni cuáles son las condiciones de trabajo de los choferes y eso fue lo que me atrapó: contar una historia que transcurriera en las carreteras”. Con esta frase, el director David Pablos resumió el espíritu de su más reciente cinta, En el camino , una mirada humana al universo de los camioneros del norte de México, marcada por la soledad, la rudeza y la vulnerabilidad. En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio , el cineasta reflexionó sobre las realidades invisibles detrás del transporte de carga y los riesgos que enfrentan quienes lo hacen posible. Pablos explicó que para construir la historia, protagonizada por Osvaldo Sánchez y Víctor Prieto, realizó una exhaustiva investigación en las rutas de Ciudad Juárez y Janos, Chihuahua. “No es fácil acceder, porque es un mundo muy hermético. Pero cuando logras ganarte su confianza, te cuentan absolutamente todo, sin tapujos”, comentó. Relató que su equipo descubrió prácticas cotidianas sorprendentes: “El famoso perico , las pastillas para adelgazar que mezclan con café para mantenerse despiertos, son una realidad normalizada. A veces pasan una semana sin dormir, y eso es común”. El director destacó que su interés iba más allá de las adicciones o la violencia. “Lo que más me impresionó fue la hermandad del camino, la vida itinerante. Para ellos salir a la carretera es un llamado, un oficio del que están profundamente orgullosos”, dijo. Sin embargo, reconoció que ese orgullo convive con condiciones precarias y entornos peligrosos. “Filmamos en zonas muy complicadas, con presencia del crimen organizado. En algunas cachimbas nos dijeron directamente: ‘Aquí no pueden entrar’”. Durante el rodaje, el equipo tomó medidas extremas de seguridad. “Teníamos escoltas de la Guardia Nacional y de la policía municipal, sabíamos en qué zonas había peligro, y nunca nos arriesgamos innecesariamente. Pero aun así, hubo encuentros con gente mala, porque estábamos filmando en una ciudad muy difícil”, relató. Sobre el contenido de En el camino , Pablos subrayó que, aunque la película toca temas como el narcotráfico y la prostitución, no son su centro narrativo. “El narco merodea ese mundo, pero no es la historia principal. Me interesa más el vínculo entre los personajes, la conexión emocional que surge en medio del desierto y el peligro”. La cinta fue reconocida con dos premios en el Festival de Venecia, dentro de la sección Horizontes: Mejor Película y el Queer Lion, otorgado por la comunidad LGBTQ+. “Tomar riesgos rinde frutos. Le decía a mi equipo: quiero filmar sin concesiones, aunque nadie la quiera ver. Y ver que ese riesgo fue validado en Venecia ha sido profundamente reconfortante”. El también director de Las elegidas reconoció su vínculo con el norte del país. “Yo crecí en Tijuana, y la frontera siempre me inspira. No es México ni Estados Unidos, es un híbrido, un lugar que flota entre dos realidades. Ese limbo es el que busco retratar”. Con En el camino , Pablos lleva al espectador a ese territorio fronterizo —físico y emocional— donde los personajes avanzan, literalmente, sin detenerse. Contenidos Relacionados: David Pablos, En el camino… del estreno comercial David Pablos lleva historia de traileros a Venecia Nuevas formas de acercarse al libro en la 33 FIL Monterrey