Jessica Zamora Ramirez La muerte gestacional es una realidad difícil de enfrentar y, sin embargo, más común de lo que muchas personas imaginan, este término se refiere a la pérdida de un bebé antes del nacimiento. Aunque hablar de este tema suele ser doloroso, es fundamental hacerlo. Conocer qué es la muerte gestacional , cómo se clasifica y cuáles son sus causas más frecuentes ayuda a comprender el fenómeno desde un punto de vista médico, y brinda herramientas para su prevención y detección temprana. Te puede interesar: UE aprueba primera píldora para depresión posparto: zuranolona ¿Qué es la muerte gestacional y cómo se clasifica en México? La muerte gestacional se refiere al fallecimiento del feto antes del nacimiento, en cualquier etapa del embarazo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) , cuando esta muerte ocurre desde la semana 22 de gestación hasta los siete días posteriores al parto, se clasifica dentro del periodo perinatal. Este concepto incluye la muerte fetal tardía (cuando ocurre en etapas avanzadas del embarazo), la muerte intraparto (durante el trabajo de parto) y la muerte neonatal temprana (dentro de la primera semana de vida). En México, las autoridades sanitarias como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) clasifican las muertes gestacionales de acuerdo con el momento en que ocurren (antes o durante el parto) y con otras variables clínicas, como la edad gestacional, el peso del feto y si hubo o no atención prenatal. Te puede interesar: ¿Tuviste cesárea y no puedes dormir? Estudio revela por qué el dolor afecta tu descanso Principales causas de la muerte gestacional La muerte gestacional y perinatal es un fenómeno complejo que puede tener múltiples causas, muchas de ellas prevenibles. De acuerdo con la Fundación de Waal , las principales razones que pueden derivar en la pérdida de un embarazo incluyen: Complicaciones durante la gestación. Alteraciones en la placenta. Trastornos genéticos del feto. Emergencias obstétricas durante el parto. Problemas con la placenta y el flujo sanguíneo Entre los factores más frecuentes están el desprendimiento prematuro de la placenta, su envejecimiento temprano o un flujo sanguíneo insuficiente. Estas complicaciones afectan el suministro de oxígeno y nutrientes esenciales para el feto. Además, los embarazos múltiples (gemelos o trillizos) incrementan el riesgo de parto prematuro y de complicaciones que pueden poner en riesgo la vida del bebé, sobre todo si ocurren antes de la semana 24 de gestación. Trastornos genéticos y malformaciones En el ámbito genético, algunas malformaciones congénitas graves, como los defectos del tubo neural o la anencefalia (ausencia del desarrollo del cerebro), pueden ser letales. También son comunes los problemas con el cordón umbilical —como nudos o compresiones— que interrumpen el flujo de oxígeno, provocando muerte gestacional o perinatal. Condiciones maternas Ciertas enfermedades de la madre también aumentan el riesgo. Entre las más importantes destacan: Hipertensión arterial: que puede desencadenar preeclampsia. Diabetes gestacional: que afecta el crecimiento fetal. Infecciones: que pueden provocar partos prematuros o limitar el desarrollo intrauterino. Según la OMS, hasta un 50% de las muertes gestacionales están relacionadas con atención médica inadecuada o con factores que pudieron detectarse antes del embarazo. Te puede interesar: Baño de hierbas posparto: beneficios y por qué vale la pena probarlo Cifras actualizadas: así reporta el INEGI las muertes fetales en México Las estadísticas ayudan a entender la magnitud del problema. El INEGI reportó que en 2023 se registraron 23,541 muertes fetales en el país, lo que equivale a una tasa de 67.5 por cada 100,000 mujeres en edad fértil. De estos casos, el 81.7% ocurrió antes del parto, mientras que el 17.2% sucedió durante el trabajo de parto. Aunque estas cifras representan una mejora respecto a 2022 —cuando se registraron 25,041 casos y una tasa de 72.2—, el problema sigue siendo un desafío para la salud pública. Los estados con las tasas más altas fueron San Luis Potosí, Durango y Estado de México, mientras que Oaxaca, Zacatecas y Campeche presentaron las más bajas. Estos contrastes muestran que la atención médica, el acceso a controles prenatales y las condiciones socioeconómicas siguen influyendo significativamente en la mortalidad gestacional. Cómo prevenir las muertes gestacionales La prevención es posible en la mayoría de los casos, y comienza antes del embarazo. Los especialistas coinciden en que la planificación familiar y el cuidado preconcepcional son fundamentales para reducir riesgos. Planificación y control médico La consulta preconcepcional permite evaluar si la futura madre o la pareja presentan factores de riesgo que deban tratarse antes de concebir. Controlar la presión arterial, la diabetes y tratar posibles infecciones antes del embarazo puede disminuir de forma considerable el riesgo de muerte fetal o neonatal. Organizaciones como la Fundación de Waal proponen la idea de un “embarazo de 12 meses”, que incluye tres meses de preparación previa y nueve meses de gestación consciente y cuidada. Este enfoque integral permite reducir enfermedades y complicaciones asociadas a la pérdida del embarazo. Alimentación y suplementación La alimentación adecuada es otro pilar de la prevención. Una dieta equilibrada antes y durante el embarazo favorece el desarrollo fetal y reduce el riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer. El ácido fólico es especialmente importante. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), si todas las mujeres en edad fértil consumieran 400 microgramos diarios de este nutriente, se podría prevenir entre el 50% y el 70% de los casos de defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia. La muerte gestacional sigue siendo una problemática global con profundas implicaciones médicas, sociales y emocionales. Sin embargo, la mayoría de los casos pueden prevenirse con atención médica adecuada, controles prenatales oportunos, planificación del embarazo y hábitos saludables. A medida que las instituciones de salud avanzan en el conocimiento de sus causas y promueven estrategias de prevención, el objetivo es claro: salvar vidas y garantizar que cada embarazo tenga las mejores oportunidades de llegar a término. 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