Fracturas sin razón aparente: conoce los tipos de osteoporosis más comunes

Jessica Zamora Ramirez La osteoporosis es una de las enfermedades óseas más comunes y silenciosas en el mundo. A menudo pasa desapercibida durante años, sin causar dolor ni síntomas evidentes, hasta que una fractura revela su presencia. Aunque suele asociarse al envejecimiento y a la menopausia, la osteoporosis no es igual en todas las personas. Conocer esas variantes , para detectarla a tiempo, puede reducir el riesgo de complicaciones graves. Te puede interesar: Cómo cuidar tus huesos: guía completa para prevenir osteoporosis Osteoporosis: una enfermedad silenciosa que debilita el esqueleto La osteoporosis es una enfermedad ósea crónica que se produce cuando la densidad de los huesos disminuye debido a la pérdida progresiva del tejido que los compone, indica la Clínica Universidad de Navarra . Esta pérdida compromete su resistencia natural, lo que los vuelve más frágiles y vulnerables a fracturas incluso con impactos leves o con el peso del propio cuerpo. Aunque no siempre lo percibamos, el hueso es un tejido vivo y dinámico que está en constante renovación. A lo largo de la vida se lleva a cabo un proceso continuo en el que el organismo forma hueso nuevo (formación ósea) y elimina el hueso envejecido (reabsorción ósea). Cuando este equilibrio se rompe —porque disminuye la formación o se acelera la destrucción, o ambas— se desarrolla la osteoporosis. Como resultado, los huesos se vuelven más porosos y frágiles, con cavidades internas más grandes y numerosas. Esto reduce su capacidad para resistir golpes o esfuerzos cotidianos y aumenta significativamente el riesgo de fracturas. Las zonas más afectadas suelen ser la muñeca, la cadera y las vértebras, donde se producen la mayoría de las fracturas osteoporóticas. Te puede interesar: Los microplásticos podrían causar osteoporosis y afectar a las células madre, revela estudio Tipos de osteoporosis y sus causas Un artículo publicado en el sitio web Science Direct , señala que la osteoporosis no es igual en todos los casos. Según la causa que la origina, puede clasificarse en diferentes tipos, cada uno con características y mecanismos distintos. 1. Osteoporosis tipo I o posmenopáusica De acuerdo con la plataforma científica ScienceDirect, este tipo de osteoporosis se presenta principalmente en mujeres entre los 51 y 75 años. La causa principal es la deficiencia de estrógenos, hormonas que regulan la actividad de los osteoclastos —células encargadas de eliminar el hueso envejecido—. Durante la menopausia, la disminución de estrógenos provoca un aumento de la actividad de los osteoclastos, lo que acelera la reabsorción ósea y debilita progresivamente la estructura del hueso. Las fracturas más frecuentes en este tipo de osteoporosis son las vertebrales y las del antebrazo distal (fractura de Colles). 2. Osteoporosis tipo II o senil Este tipo afecta tanto a hombres como a mujeres mayores de 70 años. A medida que envejecemos, disminuye la absorción de vitamina D, nutriente esencial para la correcta absorción de calcio. Esto provoca que el cuerpo aumente la producción de hormona paratiroidea (PTH), que libera calcio al torrente sanguíneo a través de la degradación ósea. Además, en esta etapa, las células madre de la médula ósea producen más tejido graso y menos osteoblastos, las células encargadas de formar hueso nuevo. El resultado es una disminución importante de la densidad ósea y un esqueleto más frágil. En la osteoporosis senil, las fracturas más comunes afectan el húmero, cuello femoral, tibia y pelvis. 3. Osteoporosis idiopática juvenil o del adulto Este tipo aparece entre los 30 y 40 años, y su causa exacta aún no está completamente definida. Se cree que intervienen factores genéticos, metabólicos y ambientales. En algunos casos existe una predisposición familiar, mientras que en otros se observa hipercalciuria (eliminación excesiva de calcio en la orina). Es fundamental descartar causas secundarias, ya que estas están presentes en más del 50% de los casos, según la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF). Las fracturas más habituales ocurren en el húmero y el fémur. Te puede interesar: Nuevo avance para fortalecer los huesos podría revertir la osteoporosis Diagnóstico: cómo se detecta la osteoporosis La Clínica Universidad de Navarra explica que la osteoporosis no suele detectarse con análisis de sangre rutinarios, ya que estos no reflejan el estado de la masa ósea. Aunque la biopsia ósea es el método más preciso, no se utiliza en la práctica clínica habitual. En su lugar, se recurre a pruebas de imagen que permiten evaluar la densidad ósea y el riesgo de fracturas. Entre ellas destacan: Radiografías: pueden mostrar huesos debilitados, aunque suelen ser útiles solo en etapas avanzadas. Densitometría ósea (DEXA): es la herramienta más precisa y utilizada. Compara la densidad mineral ósea del paciente con valores de referencia y permite detectar osteopenia, una etapa previa a la osteoporosis. Esta información ayuda a los especialistas a prevenir fracturas e iniciar tratamientos adecuados a tiempo. Tratamiento y hábitos que ayudan El manejo de la osteoporosis se basa en dos pilares: cambios en el estilo de vida y tratamiento médico. Hábitos saludables: Mantener una alimentación rica en calcio y moderada en proteínas. Evitar el consumo de tabaco y alcohol, que aceleran la pérdida ósea. Realizar ejercicio con carga o resistencia (caminar, subir escaleras, entrenamiento de fuerza), que estimula la formación ósea. Suplementación: Cuando la dieta no cubre las necesidades diarias de calcio, el médico puede indicar suplementos, generalmente combinados con vitamina D, para mejorar su absorción. Tratamiento farmacológico: Antirresortivos, reducen la pérdida ósea. Estrógenos o moduladores selectivos (como raloxifeno) en mujeres posmenopáusicas. Análogos de la hormona paratiroidea: estimulan la formación de nuevo hueso, especialmente en pacientes con alto riesgo de fracturas. La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que puede afectar a cualquier persona, aunque su origen y gravedad varían según la edad, el sexo, los cambios hormonales y otras condiciones de salud. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia entre una vida activa y autónoma y una limitada por fracturas y pérdida de movilidad. Adoptar hábitos saludables, realizar chequeos periódicos y atender los factores de riesgo son estrategias clave para fortalecer los huesos y mantener su salud a lo largo de la vida. Contenidos Relacionados: Fracturas por osteoporosis cuestan hasta 8 mil dólares por caso en México: IOF Cómo cuidar tus huesos: guía completa para prevenir osteoporosis Los microplásticos podrían causar osteoporosis y afectar a las células madre, revela estudio