Aunque ha dirigido agrupaciones tan prestigiadas como la Filarmónica de Berlín, entre los planes musicales del violinista italiano Riccardo Minasi no figuraba convertirse en director de orquesta. Sin embargo, gracias a su meteórico desempeño en el podio, actualmente es director invitado principal del Ensemble Resonanz, residente en la Filarmónica del Elba de Hamburgo y director artístico de la Orquesta La Scintilla en la Ópera de Zúrich. Al frente de la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, se presentará en el Palacio de Bellas Artes el 16 de octubre como parte del Festival Internacional Cervantino.El violinista especializado en música barroca cuenta en entrevista que su acercamiento como director fue “casi de manera natural. Como concertino, algunos maestros me pedían dirigir los ensayos de la orquesta en su lugar y con el tiempo me di cuenta de que para comprender mejor el trabajo de director tenía que tomar clases. Sin embargo, no tenía la intención de convertirme en director, simplemente quería hacer mejor ese trabajo de asistencia musical”.La trayectoria de Riccardo MinasiEn 2011 Minasi fundó el conjunto de música antigua Il Pomo d’Oro y, al año siguiente, Sophie Delint, entonces gerente de casting de la Ópera de Zúrich, le pidió dirigir una obra, lo que aceptó como una especie de experimento. “El experimento funcionó muy bien y con los años seguí con mi actividad como violinista y dirigiendo Il Pomo d’Oro. En 2016 hice un concierto como director de la Orquesta del Mozarteum de Salzburgo y después de una votación, por unanimidad me quedé al frente de la agrupación. Ese fue el inicio de mi desempeño como director y actualmente casi me dedico exclusivamente a esta actividad”. Minasi valora lo que implicó este cambio y su responsabilidad al frente de una orquesta. “Como directores estamos obligados a tener una visión más completa de las obras que vamos a dirigir, mientras que un instrumentista se limita a tocar sus partes. En cierto sentido, el del director es un trabajo más creativo porque podemos influir en la ejecución y en todas las voces que componen una orquesta. Por otro lado, no producimos ningún sonido, por lo que tenemos que pasar por el trámite de la comunicación gestual que va a provocar una reacción en los músicos que producen el sonido”.El programa que presentará con la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen incluye la Obertura en Do mayor, Op. 170, “en estilo italiano”, de Franz Schubert; la Sinfonía n.° 4 en La mayor, Op. 90, de Felix Mendelssohn, y el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 61, de Ludwig van Beethoven. El solista será el violinista canadiense James Ehnes, quien ha tocado con orquestas como la Royal Concertgebouw y la Filarmónica de Londres. Esta música, asegura el director, “habla de nosotros sin importar el paso de los siglos. Es una música que cuenta historias, eso es lo fundamental. Schubert compone su obertura como un homenaje al repertorio de Rossini, que en esa época era popular en Viena. El joven Mendelssohn, después de su viaje a Italia, tiene la idea de crear una música que pueda traducir las emociones, el entusiasmo, los colores y las atmósferas que se respiraban en Italia. Entonces crea esta sinfonía sublime con un estilo claramente hipergermánico, pero no de estilo italiano. Es profundamente germánica en el rigor formal, pero con un poco de este color que toma del folclor”. El concierto de Beethoven, explica, “es una obra que estamos acostumbrados a escuchar cada día, por eso a veces olvidamos las peculiaridades que la convierten en una composición absolutamente rara, absolutamente genial, con sus ideas contrapuestas. Es una obra que requiere de un soporte emocional por parte de los músicos, porque está compuesta en compartimentos muy cuadrados, vamos a decir. La estructura es muy rígida, pero la distribución de los valores musicales tiene que ser horizontal, no vertical. Ese es el desafío más grande de acercarse al concierto”. El director considera que James Ehnes “es un violinista increíble, toca de una manera impresionante, como van a escuchar. Yo estoy enamorado de la manera en la que toca el concierto de Beethoven. No sólo hablo de la cuestión técnica, sino del refinamiento: pura clase. ¡Nada de charla, sólo substancia!”.¿Qué es la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen?La Deutsche Kammerphilharmonie Bremen es una de las orquestas de cámara más importantes del mundo, afirma el Minasi. “Tiene una cualidad verdaderamente única, su atención a los detalles. Se puede hablar con los músicos con un lenguaje extremadamente sencillo, utilizando gestos que normalmente no uso. Es la primera vez que trabajo con ellos y me han recibido de manera muy amistosa. Ha sido un gran encuentro y me encanta tocar con ellos”. Para Riccardo Minasi “el papel de la música es ayudarnos a tener un sueño siempre, como cuando estamos en la primera semana de enamoramiento. La música puede crear este tipo de emoción, se puede lograr. Uno va al cine a ver una película de Tom Hanks y uno no dice: ‘aquí no está muriendo, es sólo un actor.’ Sería horrible mirar una película con este tipo de actitud, porque el Tom Hanks del guion de la película está muriendo seriamente, es una situación dramática. En este sentido, la música no son sólo notas escritas en un pedazo de papel, sino algo que comunica una grandísima carga emocional”. View this post on Instagram A post shared by Festival Cervantino (@cervantino)