Día Mundial de la Alimentación: México entre el hambre y la obesidad, dos extremos en la misma mesa

Alexandro Medrano Hoy, Día Mundial de la Alimentación, México se mira al espejo y ve dos realidades en la misma mesa. Mientras más de 55.7 millones de personas viven con inseguridad alimentaria —según el CONEVAL—, el país encabeza el consumo mundial de bebidas azucaradas: 163 litros de refresco por persona al año, el doble del promedio global. El contraste es tan evidente como doloroso. México ocupa el segundo lugar en obesidad adulta de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, y al mismo tiempo desperdicia 20 millones de toneladas de comida cada año, casi una tercera parte de su producción nacional, según datos del Banco Mundial. Detrás de estos números hay una paradoja estructural: el exceso y la carencia conviven en el mismo territorio. En un país donde el hambre y la obesidad comparten código postal, la alimentación deja de ser un tema privado para convertirse en una cuestión social, económica y emocional. Desde el Laboratorio de NeuroEcología Cognitiva de la UNAM, la ciencia confirma lo que la cultura ya intuía: una dieta rica en fibra y probióticos mejora significativamente el bienestar emocional y mental. Es decir, comer bien no solo nutre el cuerpo; también calma la mente. Según la ENSANUT 2023, el 37 % de los adultos mexicanos vive con sobrepeso u obesidad. El reto no es solo llenar los platos, sino transformar la relación que el país tiene con su comida. Este 16 de octubre, comer con consciencia es más que un gesto personal: es una forma de reconciliar cuerpo, cultura y planeta. Porque no hay comida inocente. Solo decisiones conscientes. cva Contenidos Relacionados: Obesidad en México: hay variantes genéticas detrás del aumento de peso, según estudio