Sin guerra de cifras

A diferencia de otras jornadas de huelga, la de ayer en Euskal Herria, y también en el Estado, no vino acompañada de la habitual guerra de cifras que suele servir para legitimar o desautorizar la convocatoria. Nadie salió a discutir los datos que proporcionaron los sindicatos, catalizadores de la protesta que secundaron miles de trabajadores y trabajadoras horrorizados con la guerra de exterminio que ha planteado Israel a los gazatíes tras el ataque terrorista de Hamás. Lo que reflejó la jornada fue un éxito de movilización, con manifestaciones multitudinarias en las capitales y un seguimiento de los paros desigual, con especial incidencia en la educación, relativa en la administración pública y muy dispar en la industria. Se notó donde los sindicatos son fuertes y se expresó desde la desunión sindical por el desmarque de ELA, que prefirió hacerlo por su cuenta.