Hoy, los anestesiólogos son el pulso, a veces invisible, de la cirugía moderna: garantes del equilibrio entre el sueño y el despertar, entre el dolor y la vida. Controlan la respiración, la presión, el corazón, mientras el bisturí corta y el tiempo se detiene. Son los que no se permiten un error, los que deben actuar con rapidez y mente fría, incluso, cuando la sala tiembla de urgencia. The post Ailyn y Anay: Guardianas del sueño y del despertar first appeared on Cubadebate .