Entre 2010 y 2024, más de 3.000 mujeres murieron en Bolivia por complicaciones durante el embarazo, parto o posparto. La falta de recursos, el difícil acceso a centros de salud y la atención insuficiente en hospitales y comunidades rurales muestran las fallas estructurales del sistema. Detrás de los números están historias de familias que perdieron a sus madres y los vacíos que dejaron en sus vidas.