Cambios de peso y cansancio constante: señales de que tu tiroides podría estar fallando

Jessica Zamora Ramirez Aunque pequeña en tamaño, la tiroides desempeña un papel gigantesco en el cuerpo humano. Esta glándula, ubicada en el cuello y muchas veces ignorada, regula funciones vitales como el metabolismo, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal e incluso el estado de ánimo. Cuando no funciona bien, sus efectos se sienten en todo el cuerpo. Fatiga crónica, aumento de peso inexplicable, ansiedad o caída del cabello podrían ser señales de alerta. ¿Qué sucede cuando la tiroides deja de hacer su trabajo correctamente? ¿Cómo detectarlo a tiempo? Y, sobre todo, ¿cómo cuidarla? Acompáñanos a conocer a fondo una de las glándulas más importantes —y silenciosas— del organismo humano. Te puede interesar: ¡Tiroides y presión alta! La peligrosa conexión que podría estar enfermándote ¿Qué es la tiroides y por qué es vital para tu salud? La tiroides es una glándula , con forma de mariposa, se localiza en la parte frontal del cuello, justo debajo de la laringe. Su principal misión es producir hormonas que regulan funciones esenciales del organismo. Según la Cleveland Clinic , la tiroides forma parte del sistema endocrino, encargado de liberar sustancias químicas al torrente sanguíneo para mantener el equilibrio interno. Uno de sus trabajos más importantes es regular la velocidad del metabolismo, es decir, el proceso mediante el cual el cuerpo convierte los alimentos en energía. Esa energía no solo sirve para movernos o pensar: también es la que mantiene activos sistemas automáticos como el ritmo cardíaco, la temperatura corporal o la digestión. Hormonas que controlan tu cuerpo La tiroides necesita yodo —un mineral presente en la sal y diversos alimentos— para producir dos hormonas esenciales: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), explica la Organización Kaiser Permanente y corrobora el doctor Alfredo Nava de la Vega, médico endocrinólogo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Estas hormonas se almacenan en la glándula y se liberan cuando el cuerpo lo necesita. Entre sus funciones más destacadas están: Controlar el metabolismo basal (influye en el peso corporal). Regular la temperatura corporal. Ajustar la frecuencia cardíaca. Influir en la fuerza muscular. Determinar la velocidad del tránsito intestinal. Dirigir el ritmo de renovación celular. Cuando el cuerpo tiene demasiadas hormonas tiroideas , las funciones se aceleran. Si hay escasez, los procesos se ralentizan. Te puede interesar: Cáncer de tiroides es más frecuente en mujeres, afirma endocrinóloga ¿Quién controla a la tiroides? De acuerdo con el especialista, la tiroides no actúa de forma independiente. Su funcionamiento está regulado por el hipotálamo y la hipófisis , dos estructuras ubicadas en el cerebro. El hipotálamo produce una sustancia llamada hormona liberadora de tirotropina (TRH), que ordena a la hipófisis liberar la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Esta última, a su vez, le indica a la tiroides cuánto T3 y T4 debe producir. Este sistema actúa como un “termostato hormonal”. Si los niveles de T3 y T4 son bajos, aumenta la producción de TRH y TSH. Si son elevados, el cuerpo reduce esa producción. Sin embargo, este equilibrio puede alterarse por enfermedades o tumores que afectan al hipotálamo o la hipófisis. Enfermedades de la tiroides: más comunes de lo que parecen “Las enfermedades tiroideas afectan a millones de personas, principalmente mujeres”, indica el endocrinólogo del ISSSTE. Muchas veces, sus síntomas pueden confundirse con los de otras afecciones, lo que retrasa el diagnóstico. Según el portal clínico de la Universidad de Barcelona , entre los trastornos más frecuentes están (VAN EN H3): 1. Hipotiroidismo Es la disminución en la producción de hormonas tiroideas. Puede provocar fatiga, aumento de peso, depresión, piel seca, caída del cabello y estreñimiento. Causas comunes: Tiroiditis de Hashimoto: enfermedad autoinmune donde el cuerpo ataca su propia tiroides. Tiroiditis atrófica: la glándula pierde volumen y funcionalidad. 2. Hipertiroidismo La tiroides produce hormonas en exceso. Entre los síntomas más comunes están nerviosismo, pérdida de peso sin razón aparente, palpitaciones, insomnio y sudoración excesiva. 3. Enfermedad de Graves-Basedow Es una forma autoinmune de hipertiroidismo. A menudo afecta también los ojos, provocando protrusión ocular, visión doble o irritación. 4. Tiroiditis Es una inflamación de la tiroides, que puede deberse a infecciones virales o causas autoinmunes. Puede manifestarse como: Tiroiditis subaguda: dolor de cuello y fiebre. Tiroiditis postparto: ocurre después del embarazo. Tiroiditis crónica: como la de Hashimoto. 5. Nódulos tiroideos Son masas dentro de la tiroides. La mayoría son benignas, pero deben ser vigiladas para descartar cáncer. Algunas veces, pueden alterar la función hormonal. 6. Bocio Es el agrandamiento visible de la glándula tiroides. Puede estar asociado a deficiencia de yodo, inflamación crónica o nódulos múltiples. 7. Cáncer de tiroides Aunque es poco común, debe ser atendido con urgencia. El tipo más frecuente es el carcinoma papilar, que tiene buen pronóstico si se detecta a tiempo, según la American Cancer Society. Te puede interesar: Tiroidectomía: ¿Se puede vivir sin tiroides? Hashimoto: el rostro silencioso del hipotiroidismo Uno de los trastornos más comunes —y menos detectados— es la tiroiditis de Hashimoto. Mayo Clinic describe esta enfermedad como un trastorno autoinmune crónico en el cual el sistema inmunológico ataca por error a la tiroides. Con el tiempo, la glándula pierde su capacidad para producir hormonas, generando hipotiroidismo. Los síntomas más frecuentes incluyen fatiga constante, piel seca, intolerancia al frío, estreñimiento y aumento de peso. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre que miden los niveles de TSH, T3 y T4, además de detectar anticuerpos específicos. “Un diagnóstico sobre Hashimoto es fácil de identificar, pero realmente no cambia el tratamiento. Se trata con hormona tiroidea sintética para mantener los niveles estables”, aclara el especialista del ISSSTE. ¿Cuándo acudir al médico? La salud tiroidea suele pasar desapercibida hasta que los síntomas se intensifican. Por eso es crucial realizarse chequeos periódicos, especialmente si hay antecedentes familiares o factores de riesgo como: Menopausia Embarazo Cambios bruscos de peso Exposición a radiación Trastornos autoinmunes Una simple prueba de sangre puede detectar alteraciones hormonales. El tratamiento es accesible y eficaz en la mayoría de los casos. La tiroides , aunque pequeña, regula funciones clave para el equilibrio físico y emocional del ser humano. Desde el metabolismo hasta el estado de ánimo, su influencia es constante y silenciosa. Por eso, escuchar al cuerpo, identificar señales y acudir al especialista a tiempo puede marcar la diferencia entre una vida saludable y años de malestar inexplicable. Contenidos Relacionados: Tiroidectomía: ¿Se puede vivir sin tiroides? ¿Un nódulo tiroideo es cáncer de tiroides? Estas son las diferencias ¡Tiroides y presión alta! La peligrosa conexión que podría estar enfermándote