Falta menos de un año para el arranque de laCopa del Mundo de 2026, esa en la que la afición mexicana guarda una esperanza por ver a la Selección Mexicana trascender como no lo ha hecho en los Mundiales de futbol, pero a ocho meses del debut en la cancha del estadio Banorte, el conjunto que dirige Javier Aguirre, no alimenta esa fe que tiene el aficionado, el equipo Tricolor no engancha, no enamora, no seduce, no se queda en la retina. A día de hoy hay más interrogantes que certezas. Los últimos juegos ante Colombia (0-4) y Ecuador (1-1) han mostrado un equipo que sigue en busca de una identidad de juego, con un entrenador que dice tener varias dudas con respecto a los jugadores que estarán en su lista para encarar el Mundial en casa. Una selección que incluso se ha llevado abucheos porque no es capaz de competir con cuadros que están en su nivel o un peldaño por encima.El propio Vasco manda un mensaje que genera cierta desconfianza cuando asegura que “estamos buscando jugadores, necesitamos los mejores 25 para el Mundial de una población de 50 y 60, no los hemos encontrado”, porque uno pudiera pensar que en su cabeza por lo menos debería tener ya el 50 por ciento de la lista.Sí, el partido con Colombia fue el que generó más dudas en el entrenador mexicano, porque el 4-0 que le propinaron los cafetaleros retrató a varios jugadores y al propio Javier. La imagen fue la de una selección que carece de cimientos. “No se puede ser tan poco competitivo en algunas fases del juego. En algunos eventos. Y no quiero puntualizar o señalar ni muchísimo menos. El principal culpable soy yo, el responsable máximo y eso lo asumo desde el primer momento, pero sí hay cosas que en la interna hablaré con algunos porque realmente no podemos dejar de competir y a lo largo de los 90 minutos hubo lapsos, jugadores que no estuvieron a la altura”, señaló el pasado sábado.Ese toque de alerta pareció funcionar, Javier agitó el equipo,mandó ocho cambios de un juego al otro, si abrió la puerta para que unos reflexionaran y otros apretaran, bien hecho, pero para la siguiente Fecha FIFA debe ser consecuente.“El cambio fue de actitud. Seguramente obedece a que nos pusimos al frente pronto en el marcador, que estás en casa con tu gente, con las modificaciones que hablábamos. A mí me da la sensación de que hoy, en cuanto a actitud, a voluntad, a esfuerzo, no tengo nada que reprocharles a los jugadores. Sí, en otros asuntos”, fue la valoración del empate con Ecuador.En noviembre, está marcada otra Fecha FIFA de una alta importancia, con Uruguay y Paraguay como rivales. Ahí es donde Javier tendrá que mandar un mensaje desde la lista de convocados, es la última del año y no habrá otra hasta marzo, por lo que el equipo que enfrente a los charrúas y guaraníes, se presume que tendría que ser lo más cercano al de la Copa del Mundo, en cuanto a la elección de perfiles para tener una idea y una forma.Una mirada al pasadoLas críticas a Javier llegan en un momento determinante, cuando el tiempo ya está a contracorriente. Pero también hay que recordar que en sus dos etapas anteriores aparecieron ya tuvo sus menos y sus más con el entorno. Allá por el año 2001, Javier Aguirre fue visto como un prócer de la patria futbolística. El Vasco apareció en el panorama de la Selección Mexicana justo para rescatar una eliminatoria mundialista que parecía estar al borde del colapso, sobre todo después de la derrota que México había sufrido ante Costa Rica en el estadio Azteca.Javier apareció y con su estilo y sus formas que por entonces eran las más efectivas y reconocidas, fue capaz de cambiar la inercia negativa tanto en lo futbolístico como en lo anímico. Llevó a la Selección al Mundial de Corea y Japón de 2002 donde llegó a ilusionar con alcanzar lo que antes no se había podido lograr: ese famoso quinto partido que se ha convertido en la gran tierra prometida -y hasta prohibida- para el futbol mexicano. No pudo ser, el equipo mexicano de quedó en la ronda de octavos de final, cayó ante Estados Unidos en lo que fue una derrota de las más amargas, porque en el mano a mano entre ambos países, los norteamericanos se llevaron el gato al agua, y eso que su liga todavía no tenía la forma que hoy tiene.En el 2009, la segunda parte de esta película se presentó, un guión similar, ahora Javier apareció para salvar el desastre que había dejado el sueco Sven-Göran Erikkson. De nuevo al Mundial de Sudáfrica 2010, de nuevo el pase a octavos y de nuevo se cayó con la misma piedra llamada octavos de final; una cantaleta bastante amarga para el aficionado mexicano que no encontraba la bebida adecuada para curar su dolor por la derrota ante Argentina.Y volver, volver, volver…Es el verano de 2024, han pasado 14 años desde la última vez que Javier Aguirre estuvo al frente de la Selección Mexicana, pero ésta no ha dado pasos hacia delante sino hacia atrás, cuando se pensaba que este tiempo habría servido para crecer e ir más allá no ha sido así, parece que el tiempo no ha pasado y que todo sigue igual o peor si se mira lo que se hizo en el Mundial de Qatar 2022.De hecho, la Selección Mexicana y la Federación Mexicana de Futbol viven su momento más inestable, con cambios en todos los estamentos, tanto deportivos como de escritorio. La desastrosa participación en Copa América llevan a otro giro de timón, con la salida de Jaime Lozano del banquillo de la Selección Mexicana y la llegada -por tercera vez en la historia- de Javier Aguirre, el entrenador mexicano que ha construido su carrera fuera del país y que ha recibido elogios por ello y le ha valido una jerarquía especial.Tenía una buena relación con el entonces Comisionado presidente de la FMF, Juan Carlos Rodríguez, quien salió unos meses después, en otro movimiento de bandazo, Javier se mantuvo, porque se le veía como el profeta que podía traer la buena nueva al cuadro Tricolor.En lo que va de 2025, México ha jugado seis partidos amistosos contra selecciones que no son de la Concacaf: Suiza (2-4); Turquía (1-0); Japón (0-0); Corea del Sur (2-2); Colombia (0-4) y Ecuador (1-1). El saldo: 1 victoria, 3 empates y 2 derrotas, números que se traducen en falta de confianza, porque incluso el triunfo sobre Turquía fue engañoso.Falta exactamente un mes para la próxima Fecha FIFA, el 15 de noviembre en Torreón, México se medirá a Uruguay en Torreón y el 18 en San Antonio contra Paraguay. El desafío para el Vasco es que en dichos partidos se vea un equipo con sangre con el que él mismo -primero que nadie- se sienta representado.CIG