En la aberrante hipótesis de que Donald Trump hubiese sido declarado Premio Nobel de la Paz, tal vez las invitaciones a la ridícula ceremonia de entrega habrían llevado algunas de las frases recientes del halcón que quiere hacerse pasar por blanca paloma conciliadora: “no tendremos más opción que entrar y matarlos”, dijo ayer como asesina advertencia a Hamas, luego de que en Gaza se produjeron actos letales contra “un par de bandas muy malas”, lo cual al selectivo apaciguador naranja, “para ser honesto”, no le “molestó mucho”, reconoció.