Resulta ofensivo que, a la instigadora de la violencia de las llamadas guarimbas, María Corina Machado, reconocida golpista que ha demandado abiertamente la intervención armada de Estados Unidos en su país, que se ha situado del lado de los sionistas genocidas del pueblo palestino, que se ufana de ser una pupila de Donald Trump, se le haya otorgado el desprestigiado Premio Nobel de la Paz (sic).