‘San Sebastián’, un poema de Víctor Manuel Mendiola

Le asombraba mirar a la mujeren la pantalla, haciendo extraños gestosbizcos, mientras tres hombres, superpuestos,la penetraban sin dejar de hendertodas sus aberturas. Los apuestosjóvenes, duros, llenos de poder,improvisaban la emoción de serincansables, feroces y dispuestosa la más arriesgada fantasía.Ella, la actriz del porno, se torcíacrucificada como un Sebastiánen el instante prófugo en que estántodas las flechas en los orificiosy son raros negocios los suplicios.AQ / MCB