El 18 de octubre de 1977 la ciudad de las diagonales sufrió una de sus más grandes pérdidas: su teatro emblema, ícono incuestionable del arte bonaerense, fue devorado por las llamas. El repaso de un hecho que, entre misterios y sospechas, marcó a un sitio que hace de espejo de los embates del país y sigue irradiando arte y belleza