El radón, el gas invisible que causa cáncer de pulmón pero apenas supone riesgo en Valladolid, según los expertos

El radón, un gas radiactivo incoloro e inodoro es responsable del segundo mayor número de casos de cáncer de pulmón en el mundo, solo por detrás del tabaquismo, según la Organización Mundial de la Salud. A pesar de su peligrosidad, en la provincia de Valladolid la presencia de este gas es baja, de acuerdo con los datos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El catedrático de Física, José Carlos Cobos, de la Universidad de Valladolid, ha explicado que "el radón es un gas noble, similar al helio o al neón, pero todo sus isótopos son radiactivos". En concreto, el Radón 222, que procede de la desintegración de Uranio 238 presente en el suelo, es el más relevante desde el punto de vista sanitario. "El problema no es tanto el radón en sí, sino su descomposición en polonio, que se queda en los pulmones y puede provocar daños celulares", ha detallado Cobos. Su vida media es de apenas 3,8 días, pero su inhalación continuada en espacios cerrados sin ventilación adecuada puede aumentar el riesgo de exposición. El experto señala la concentración de radón según el tipo de suelo. "En Valladolid las mediciones que hicimos en la Facultad de Ciencias dieron un valor de unos 2 becquerelios por metro cúbico, muy por debajo del limite de 300 que marca el Consejo de Seguridad Nuclear", señala. Sin embargo, advierte de de en zonas con suelos graníticos, como Zamora, Salamanca o Galicia, las concentraciones pueden ser mucho más altas debido a la presencia natural de uranio. Desde el pasado 1 de octubre, la normativa obliga a realizar mediciones de radón en edificios y lugares de trabajo situados en sótanos, cuevas o espacios subterráneos, especialmente en bodegas y balnearios. "No se trata de usar mascarilla o protecciones especiales, sino de algo tan sencillo como ventilar bien los espacios para evitar que el gas se acumule". El catedrático advierte de que la tendencia de construir viviendas cada vez más aisladas para mejorar la eficiencia energética puede agravar el problema si no se garantiza una ventilación adecuada. "Hay que encontrar un equilibrio entre el ahorro energético y la salud", insiste. Con estas medidas, las autoridades buscan prevenir los efectos de un enemigo invisible pero real. En palabras de Cobos, "el radón se combate simplemente dejando que el aire circule".