Bajo el auspicio de las universidades Aldo Moro de Bari, Italia, así como la de Buenos Aires, tuvo verificativo el Tercer Curso Internacional de Alta Especialización para desarrollar el tema El control constitucional y la interpretación con inteligencia artificial, que aportó una serie de conocimientos muy interesantes respecto a los avances de esta tecnología sorprendente. Se refrendó la teoría de que estamos frente a la Cuarta Revolución Industrial. La primera fue la Era del Vapor; la segunda, la de la Electricidad; la tercera, la Era Digital y del uso del internet; y en la actualidad, la de la inteligencia artificial, que, sin duda, marcará el rumbo del siglo XXI. Se coincidió en que la velocidad en la que se está desarrollando esta maravillosa y sorprendente tecnología es vertiginosa; y que no es una moda, sino que llegó para quedarse. Además de estudiarse las características y estrategias para saberla aprovechar, se analizaron también los riesgos y desafíos que su uso trae aparejados, así como los peligros que puede generar en el futuro si no se controla de manera responsable. La IA plantea dilemas éticos, riesgos de manipulación y exclusión, así como nuevos desafíos para los gobiernos, instituciones educativas y la sociedad en general. Yuval Harari dice que, sin control, la IA puede, en cuestión de años, devorar la cultura humana. Entre los principales retos destacan: Brecha digital : la IA puede convertirse en un amplificador de desigualdades. Zonas rurales y sectores vulnerables sin acceso a dispositivos o internet estable pueden quedar excluidos de los beneficios de esta tecnología. Sesgos algorítmicos : los algoritmos aprenden de datos humanos y, si éstos están sesgados, reproducen prejuicios. Se han demostrado casos en los que sistemas de IA discriminan por género o raza. Las mujeres tienen 20.8% menos acceso significativo a internet que los hombres. Soberanía de datos : los algoritmos son creación humana, no son neutros, puros ni inocentes y obedecen a la visión de quien los genera. La IA debe ser utilizada como herramienta que hay que saber utilizar para que no sea un agente de colonización, dependencia ideológica o un nuevo factor de exclusión. Alucinaciones o errores de la IA : son respuestas falsas, sin sentido o que no se corresponden con la realidad. El riesgo de que la tecnología acabe decidiendo en la aplicación de procesos, es un elemento que puede ser muy peligroso. Plagio e integridad académica : la facilidad para generar textos, ensayos o respuestas completas con IA, plantea un desafío para las instituciones, las cuales deben repensar sus sistemas de evaluación y enfocarse en medir competencias que la IA no puede sustituir: pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo. En la educación universitaria, la IA debe ser tratada con mucho cuidado. Con el paso del tiempo va mostrando su rostro de ser un agente tecnológico diseñado para inducir formas de pensamiento, de ideología, visiones históricas predeterminadas, así como para generar dependencia intelectual y riqueza a quienes la crean. Se coincidió en que existen grandes desafíos jurídicos y regulatorios. El desarrollo y veloz evolución de la IA puede dejar a cualquier legislación en la obsolescencia de manera muy rápida y, en cambio, pueden generar corrupción y un freno a la utilización de los avances futuros de la IA. Además, resulta muy complicado tratar de regular a las grandes empresas tecnológicas trasnacionales que la generan, las cuales siempre se han negado a vigilar y controlar sus contenidos. Como Corolario , la síntesis de maestro argentino Osvaldo Gozaíni sobre el uso adecuado de la IA: “Leer, pensar y debatir”. Columnista: Raúl Contreras Bustamante Imágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0