Recibir una herencia es un arma de doble filo. Cuando los padres fallecen y los hijos heredan un inmueble, puede surgir un intenso debate interno sobre qué hacer: conservarlo, venderlo o alquilarlo. Normalmente, los hermanos tienen opiniones diferentes, lo que puede generar tensiones, especialmente si uno desea vender la propiedad mientras otro quiere adquirirla a título personal.