Springsteen. Música de ninguna parte, que se estrena el próximo 24 de octubre en cines, no es el típico biopic de una estrella de la música como los que hemos visto. Aquí encontramos a El Jefe en su estado más solitario y vulnerable, quien en 1982, grabó un álbum casero que cambiaría su vida —y la de muchos otros— para siempre. Bruce ya era una estrella en ascenso, y todos sabían que estaba a un gran éxito del mega estrellato, pero Nebraska era lo que tenía que hacer y eso es lo que ocurrió. Antes de Born in the USA o I’m on Fire estuvo este álbum y la historia es de no creerse.La experiencia de Jeremey Allen White al dar vida a BruceFilmada en locaciones reales, desde el legendario Stone Pony bar hasta los alrededores de Asbury, Nueva Jersey, el proyecto se sumerge en la etapa más introspectiva de The Boss. Allí donde no había excesos, sino silencio y creatividad. Jeremey Allen White (The Bear) interpreta a un joven Bruce; platicamos con él respecto a esta aventura musical y cinematográfica. “Estábamos muy cerca de Bruce, en muchos de los ambientes, de los sets y localizaciones, —contó—. Aquí fue donde él empezó, tocaba con bandas locales, conoció a Patty, su esposa; hay mucha historia aquí en Asbury”.White, alegre y sencillo, confesó que al principio dudó en aceptar el papel: “Tuve que pensarlo. Sabía lo amable que es Bruce, y lo conocido que es. Tenía trepidación. ¿De verdad voy a hacer esto? Pero cuando Scott me dijo: ‘Bruce realmente quiere que seas tú’, todo cambió. Si él estaba cómodo con que se contara esta historia, si estaba detrás del filme, entonces sí, podíamos intentarlo”.El actor describe el proyecto como un retrato de la mente creativa antes de la fama global, en los años en que Springsteen grababa solo, en casa, buscando un nuevo sonido. “Bruce nunca tuvo esos excesos de los rockstars; no fumaba, no se drogaba, estaba increíblemente enfocado —confirma el actor—. Esta historia es sobre el proceso creativo, encontrar inspiración, revisar el pasado y hallar una manera de avanzar. Es un tipo diferente de músico, y esta es una película diferente: íntima, enfocada, hecha de silencios”.El capítulo más doloroso de 'El Jefe'Para Scott Cooper, también director de Crazy Heart y Hostiles, Nebraska era una obsesión personal. “Podría haber sido más fácil contar Born to Run o Born in the U.S.A. —dice el director—. Pero elegí un capítulo corto, íntimo y específico: el que Bruce describe como el más doloroso de su vida; de ese dolor nació un maestro. Y no solo cambió la vida de Bruce, también cambió la mía.”Y agrega: “El disco de Nebraska tuvo un enorme significado para mí, poder contar su historia, después de haber dicho no a tantas otras, ha sido increíblemente recompensador. La gente me dice: ‘Esto realmente me ha conmovido’. Y eso es lo más increíble.”Filmando en los lugares donde Springsteen tocó por primera vez, Cooper quiso preservar esa autenticidad: “Cuando haces una película sobre el artista más auténtico de América, tienes que hacerlo donde todo empezó. Bruce tocó aquí, en el Stone Pony (donde realizamos la entrevista) más veces que en ningún otro sitio. Filmar aquí y en Asbury Park era la única forma de contar su historia”.De la música a la emociónLa película, cuenta el director, no busca imitar al ídolo sino capturar su espíritu. Por eso eligió a Jeremy Allen White, cuyo trabajo le recuerda la vulnerabilidad del propio Springsteen. “Jeremy tiene una intensidad y una humildad que comparte con Bruce. Se mueve como él, tiene la misma estructura, el mismo silencio contenido. Cuando le conté a Bruce, dijo: ‘Ese es el tipo’. Y lo fue. No queríamos imitación, queríamos el alma”.En la película también participa Jeremy Strong (Succession), en el papel del productor John Landau. “Jeremy Strong es todo lo contrario a los personajes fríos que suele interpretar. Es cálido, compasivo, y esos son los colores que quería para Landau. Su actuación es delicada y profundamente humana”, asegura Cooper.Una historia sobre vulnerabilidadEn tiempos en los que las biopics suelen enfocarse en los excesos, drogas y escándalos de los músicos, Nebraska va en dirección opuesta: “Esta es una historia sobre un artista que se pregunta cuán honesto puede ser en su vida y en su trabajo —explica Cooper—. Bruce luchaba por conectar con su padre, que sufría una enfermedad sin diagnóstico. La única forma que encontró de hacerlo fue a través de su voz. Escribir las canciones de Nebraska lo salvó”.Como escuchar un gran álbum Jeremy Allen White lo resume así: “Queríamos contar algo real y simplificado. Mucho de este filme es un hombre caminando solo por su casa; así fue como hizo Nebraska. Cuando vi la película por primera vez, sentí la fluidez de la imagen. Era como escuchar un gran disco: tienes recuerdos, imágenes y pensamientos; todo se mezcla de forma natural. Así se siente ver esta película”.La cinta, filmada entre Nueva Jersey y Nueva York, marca un encuentro entre dos Jeremys (Allen White y Strong) y un director que, como Springsteen, parece más interesado en la verdad que en el espectáculo.hc