En el Perú, el uso de contratos de adhesión, especialmente en sectores como la banca, el comercio, el turismo y la educación, ha generado prácticas abusivas que afectan directamente los derechos del consumidor. Cláusulas que eximen a las empresas de responsabilidad ante daños en la entrega de productos, cobros automáticos no autorizados o la negativa a devolver lo pagado son ejemplos frecuentes.