La unión del litio en el salar de Atacama depende aún de una gran condición: la venia de las autoridades regulatorias chinas, que analizan el negocio desde hace un año. China quiere asegurar un suministro fijo y un precio justo de litio. Las empresas chilenas han ofrecido ya garantizar un volumen anual de su producción futura y esperan que aquello destrabe la última valla. Sobre la mesa pusieron más de 100 mil toneladas al año.