"Ninguna empresa quiere prescindir de sus trabajadores por gusto. La mayoría invierte años en desarrollar su talento, capacitarlo y construir relaciones de confianza. Despedir no es una decisión liviana, ocurre solo cuando la sostenibilidad del negocio lo exige. La causal de “necesidades de la empresa” es, en ese sentido, un mecanismo de ajuste necesario".