Cada 2 de noviembre se celebra la “Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos” y en Argentina la tradición católica responde a una manifestación más introspectiva y solemne, que vibrante y festiva. Los cambios sociales, los contrastes entre la opulencia y la sencillez, y el impacto de la modernidad en la memoria de los muertos