El asalto al Palacio de Justicia, perpetrado los días 6 y 7 de noviembre de 1985 por el grupo guerrillero M-19, y la posterior operación militar para recuperar el edificio, dejaron un saldo de alrededor de un centenar de muertos —entre ellos once magistrados de la Corte Suprema y del Consejo de Estado—, además de varios desaparecidos.