Un derbi con alma de batalla. Así se vivió en La Rosaleda un Málaga-Córdoba CF (2-2) de los que dejan huella, intenso de principio a fin, con ráfagas de fútbol y una carga emocional a la altura de su historia. El conjunto blanquiverde volvió a demostrar que su gen competitivo no entiende de contextos, minutos ni de adversidades: resistió un gol en contra, una expulsión dudosa y una de esas citas que se mastican más de lo que se juegan. Y entre todo eso, el equipo de Iván Ania encontró el resquicio para prolongar su racha de imbatibilidad y reafirmar la sensación de que, incluso cuando el guion se tuerce, sigue sabiendo encontrar la forma de sacar la cabeza.