La primera semana del juicio contra Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, por revelación de secretos, no le deja en buen lugar . No se han incrementado los indicios que puedan convertirse en prueba directa de esa filtración respecto a la instrucción. Sigue sin aparecer la 'pistola humeante' : el wasap, el correo o el testimonio (él borró todo el contenido de sus dispositivos) que pruebe que él mismo compartió con los medios de comunicación o con alguien de la Presidencia del Gobierno, como consideran las acusaciones, el intercambio de comunicaciones entre el abogado de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso , y el fiscal de delitos económicos Julián Salto para llegar a un... Ver Más