La Cumbre del Clima de Belém (COP30), en Brasil, llega en un momento especialmente crucial, diez años después de la reunión clave celebrada en Francia en 2015. De aquel encuentro surgió el Acuerdo de París, que establecía por primera vez un límite en el incremento de la temperatura global del planeta en relación a los niveles preindustriales y con la perspectiva del año 2100, no superior a los 1,5 ºC (o de 2 ºC, en el peor de los casos mínimamente sostenibles) .