Para cualquier persona que haya visitado Córdoba o que sea de aquí sabe que los flamenquines son uno de los platos más típicos y queridos de la ciudad. Crujientes por fuera, jugosos por dentro y con ese punto salado que les da el jamón, son casi una institución. Pero a pesar de su sabor irresistible y de su interesante aporte de proteínas, la forma tradicional de prepararlos, friéndolos en aceite, no para de ganar detractores entre quienes buscan una dieta más equilibrada.