La Catedral de Toledo como campo de batalla: arranca la XII edición de las Batallas de Órganos

La Catedral Primada volvió a vibrar con fuerza la tarde del sábado. A las 20:00 horas, el crucero del templo se transformó en escenario del primer duelo musical de la XII edición de las Batallas de Órganos, enmarcada dentro del Festival de Música «El Greco». Este ciclo se extenderá durante las próximas dos semanas, y promete tres enfrentamientos sonoros que conjugan patrimonio, historia y emoción. La temática elegida para la apertura de esta edición fue la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), gesta clave de la Reconquista. El rico patrimonio musical con el que la Catedral de Toledo cuenta (siete órganos junto a un clave) sonó con maestría en las manos de cuatro organistas ya conocidos y apreciados por el público toledano: Atsuko Takano, Pablo Márquez Caraballo, Vincent Thévenaz y Juan José Montero. Todos ellos se enfrentaron en un duelo musical que recreó los momentos más significativos de aquella alianza de reinos cristianos contra el poderoso ejército Almohade. En el programa, elaborado de manera exquisita, se combinaron piezas de grandes compositores como J. S. Bach, G. F. Haendel y J. Cabanilles con bellísimas improvisaciones de los propios intérpretes, que supieron transmitir en todo momento la carga dramática de la batalla. Desde la presentación de los caballeros de la Orden de Calatrava hasta la derrota de los Almohades, cada intervención conseguía evocar una escena, una emoción. Junto a los Realejos y próximo al Echevarría, presidía la escena una talla de Don Diego López de Haro, figura clave en la Batalla de las Navas de Tolosa. Fue decisiva su participación para lograr la victoria cristiana. Dicha talla tiene una singularidad: posee un banderín procedente del expolio de aquella contienda. Su presencia añadía solemnidad al evento, como si vigilara el desarrollo del combate musical desde su posición. Uno de los momentos más impactantes de la velada llegó con el asalto final. Los organistas, en perfecta armonía, combinaron registros agudos y graves para simular el estruendo del último combate. El eco de los tubos de los órganos reverberaba en las bóvedas, como si la piedra misma recordara aquel día de gloria. Como colofón final, y fuera de programa, los cuatro intérpretes ofrecieron una magistral improvisación sobre la Cantiga nº 100 de Alfonso X el Sabio. Utilizando los tres realejos y el clave, lograron una reinterpretación novedosa y vibrante de la pieza, que rindió homenaje al legado musical del Rey Sabio y cerró la velada con un aire festivo y espiritual. Al finalizar, una ovación cerrada rompió el silencio. El público, que llenaba por completo el aforo, agradeció una experiencia que conjugó historia, patrimonio y arte en un formato único. Las Batallas de Órganos no sólo regresaron: lo hicieron con fuerza, con sentido, y con la promesa de nuevas victorias que están por venir. La próxima cita será el 15 de noviembre. Si esta primera batalla fue un presagio, Toledo se prepara para seguir vibrando al ritmo de su historia.