De jugar al fútbol con 8 años en la plaza de la iglesia de Castejón a ser entrenadora de dos equipos de chicas en su club de origen y en su pueblo. Ése es el viaje emocional y motivacional que ha realizado Gisela Grández Martínez, jugadora del equipo Osasuna Femenino C, que ha roto con el tópico de que nadie es profeta en su tierra.