Oculta impregnada en sacos de carbón. Así trasladaba un grupo de narcotraficantes la cocaína procedente de Colombia hasta España, vía puerto de Portugal, en dirección al País Vasco –su principal mercado– y con escala en una nave en Medina del Campo (Valladolid). Allí fueron apresados por la Policía Nacional, que llevaba tiempo tras su pista. Incluso en una operación coordinada entre los agentes lusos y españoles se autorizó el «tránsito vigilado» del contenedor que había despertado las sospechas nada más tocar tierra tras cruzar el Atlántico. Y el 29 de abril de 2021, cuando el presunto grupo criminal se disponía a abrir su carga, fueron detenidos y enviados a prisión provisional, en la que únicamente continua Julio Ángel P. A., histórico narcotraficante y líde r de la organización, mientras que el ertzaina Gabriel M.G. y Abdelkrim M están en libertad tras pagar en 2023 sus fianzas. Desde hoy, los tres integrantes de una de las mayores redes de narcotráfico en tierras vascas se sientan el banquillo de la Audiencia Provincial de Valladolid como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas , en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, según la Fiscalía. Se enfrentan a penas de diez años de cárcel cada uno y el pago de una multa de más de 33,2 millones de euros, el valor en dosis de mercado del que fue el mayor alijo de cocaína llevado a cabo en Castilla y León. En total, 862 kilos de sustancia estupefaciente con una pureza superior al 25 por ciento que, mediante sofisticadas técnicas, habían impregnado en carbón vegetal. El colorante, la forma y la fórmula química empleada dificultaban mucho distinguir el estupefaciente, camuflado hasta para el olfato de los perros adiestrados. Pero fue localizada antes de que el grupo lograse de nuevo extraerla en laboratorio para sacarla a las calles. Procedente de la colombina Barranquilla, había llegado oculta en 30 sacos –en los que se había impregnado la coca– entre los 1.334 que llevaban los dos contenedores (667 cada uno, con un peso bruto total de 40.020 kilos) de la supuesta operación legal de importación de carbón desde Bogotá (Colombia) bajo la que trataron de introducir la droga en España. Aunque ya el material que transportaban llamó la atención de Policía, pues si bien Julio Ángel P. A. sí era el titular de la empresa compradora, la compañía de la que era administrador único tenía como objeto social la intermediación intermediación inmobiliaria y de seguro.