Hay un lugar de Alicante, un enclave histórico para ser más precisos, que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y que además es uno de los atractivos turísticos de la ciudad. Sin embargo, más allá del deterioro propio de la edad, se enfrenta también al botellón de los jóvenes los fines de semana y a otros problemas relacionados con su cuidado, como la clásica y actual falta de iluminación. Y es que ahora, el castillo de San Fernando también se utiliza, al menos en las mañanas de los fines de semana, para practicar escalada.