Quién le iba a decir a Pinky que tanto sus residuos como los de sus otros compañeros de granja iban a estar relacionados con el empleo rural. Es una gran noticia para nuestro cerdito saber que, además de estar contribuyendo a la descarbonización del sector agrario, su actividad está impactando directamente en la generación de empleo en las zonas rurales. Y es que, no podemos olvidar que el sector porcino es un motor clave para la economía rural española. Según un estudio de AFI para Interporc, este sector emplea a más de 420.000 personas de manera directa e indirecta incluyendo ganaderos, veterinarios, transportistas y distribución.