La Cumbre del Clima de Belém se celebra entre el 10 y el 21 de noviembre en un momento "complejísimo" de la lucha contra el calentamiento global y ante la incertidumbre sobre cómo la ausencia de una delegación de alto nivel de EEUU afectará a los compromisos nacionales para reducir emisiones o para financiar los estragos de los desastres en países en desarrollo.