Sin necesidad de bola de cristal, cartas del tarot ni consultas a los espíritus, le auguro poco futuro a esa app del Ministerio que pilota Luis Planas para que los pescadores deportivos —más de 50.000 en toda Galicia con licencia en regla— declaren todas sus capturas. O si lo hacen, mentirán. Es la idiosincrasia gallega. Cuántas veces habrán preguntado «¿pican?» y la respuesta siempre es la misma: «nada», incluso con el cubo lleno hasta arriba.