Haga sol o llueva, San Martiño es una parroquia de fieles. Los que lo son al santo y patrón de Moaña y también a la Virgen del Carmen y los que lo son al buen vino, al pulpo y a los productos de otoño, rodeados de buena compañía y al calor de los furanchos tradicionales, hicieron ayer una perfecta comunión en la vieja Moaña, que hoy celebra su «puente» en el Concello y mañana martes su día grade y festivo local.