Tierras raras

Todos sabemos mucho ahora de las tierras raras. Hay tierras raras en Ucrania, hay tierras raras en China, hay tierras raras en Canadá, hay tierras raras en no sé cuántos países de África. Y deben de ser muy importantes esas tierras raras porque junto con ellas aparecen las amenazas, los chantajes e incluso las guerras, o su posibilidad. Nada sabíamos de tierras raras hace un par de años. Ya su definición -raras- es un poco rara, abstracta habríamos dicho tiempo atrás. Pero verla pronunciada en los labios de los que dominan el mundo y quieren seguir haciéndolo, nos hace sospechar que lo peor que podría pasarnos es que se descubrieran las malditas tierras raras en casa. Sería el acabóse. De momento tenemos que aguantar que hablen de tierras raras los que nada sabían de ellas (como muchos de nosotros, que seguimos sin saber). Es curioso lo fácil que es, desde el encierro pandémico, que todo el mundo hable de lo mismo. Y haga, también, lo mismo. Sin emplear la violencia para lograrlo, además. Hemos cambiado y actuamos como si no. Otro acabóse.