"Me lancé al mar sin pensarlo. Vi que caían unas ocho personas que estaban encima del espigón del muelle". Es Pedro López, un joven tinerfeño que trabaja como camarero en el bar La Fragata en Puerto de la Cruz y que se convirtió en el héroe de este sábado 8 de noviembre, una jornada negra que tardará en olvidarse en las costas de Tenerife.