Movimiento de calado en la hostelería sevillana. Con el fin de impulsar la gastronomía de la capital andaluza, para darle una mayor proyección y acercarse a la importancia que tienen otras provincias, como es el caso de Málaga, varios restaurantes se han unido para crear un nuevo grupo de restauración: El Amarre. Bajo este nombre, Cañabota, La Barra de Cañabota, Tribeca, Salmedina y Zurbarán, además de Astaroth, su flota pesquera que actúa como conexión entre ellos, se han unido en este nuevo proyecto que verá la luz de forma oficial el próximo jueves 13 de noviembre. El objetivo es de lo más ambicioso ya que, si actualmente cuentan con más de 100 empleados y 10 millones de facturación, la idea es, ni más ni menos, que crecer hasta el doble dígito, según explican desde el propio grupo: «Esta oferta diferencial, basada en el ciclo integrado de producción y consumo, abarca desde la alta cocina hasta locales de 'tapeo' de cocina tradicional andaluza». Desde el Grupo El Amarre van más allá y, en palabras de Eduardo Guardiola, su director general, indican que buscan convertirse en una referencia gastronómica y aspiran a impulsar la formación y profesionalización del sector. «Con este proyecto, anclado en la identidad gastronómica del sur y en el compromiso con el futuro, la restauración sevillana continúa avanzando hacia un modelo de alto nivel». La unión de restaurantes para la creación de grupos hosteleros es un movimiento habitual en el sector pero, sin duda, esta operación cuenta con el plus de contar con un negocio con una estrella Michelin, como es el caso de Cañabota, y dos con soles de la Guía Repsol, los cuales ostentan Cañabota y Tribeca. Detrás de cada uno de estos espacios de restauración están reconocidos hosteleros y chefs de la ciudad, como Eduardo Guardiola, Pedro Giménez, José Miguel Carpintero, Miguel Criado, Jaime Guardiola, Pedro Ruiz y Juan Luis Fernández.