Una «situación límite» que le ha llevado a perder su trabajo mientras ve como su casa sufre daños constantes, sin saber quién los va a reparar. Esta es la situación que denuncia Joaquín Abreu, residente en el número 3 de República Argentina, en Vigo, una protesta a la que se suman sus vecinos del número 7, también afectados aunque en menor medida. Desde finales de octubre, el derribo de un sótano en el bloque colindante ha convertido sus hogares en un campo de batalla.