Durante años, la idea de que vivimos dentro de un ordenador cósmico fue tan seductora que hasta los físicos la tomaron en serio. Pero un nuevo estudio acaba de romper el hechizo: los teoremas de Gödel demuestran que ningún sistema algorítmico puede contener todas las verdades del universo. Y si la realidad fuera un código, hace tiempo habría colapsado.