El Supremo de EE.UU. rechaza un caso que buscaba tumbar el matrimonio gay

El Tribunal Supremo de EE.UU. ha rechazado este lunes tratar un caso que buscaba acabar con el matrimonio del mismo sexo , establecido en una sentencia histórica del alto tribunal en 2015. En una decisión sin argumentación jurídica, los magistrados decidieron no entrar a valorar un recurso que proviene del caso más relevante a la hora de poner en cuestión la supervivencia de este derecho establecido por el Supremo: la decisión de una secretaria de un condado de Kentucky de negarse a emitir una licencia de matrimonio a una pareja de dos hombres, basada en sus creencias religiosas. Aquello ocurrió en 2015, poco después de la sentencia del Supremo , y capturó mucha atención por el debate sobre la convivencia entre ese derecho y el de la libertad religiosa, establecido por la Primera Enmienda a la Constitución. Aquella secretaria es Kim Davis , que trabajaba en el condado de Rowan, en Kentucky, y negó la licencia matrimonial a varias parejas del mismo sexo. Entre ellos, a David Moore y David Ermold , que interpusieron una demanda contra Davis. La pareja siempre ha prevalecido en la batalla judicial desatada desde entonces, pero había dudas sobre si el Supremo podría tumbar su propio precedente y dictaminar a favor de Davis y priorizar sus creencias religiosas. Las dudas se desataron sobre todo por dos razones, que están conectadas: el peso conservador del Supremo tras la primera presidencia de Donald Trump, en la que pudo nominar a tres jueces y dejó una mayoría de 6-3 entre magistrados nombrados por presidentes republicanos y demócratas; y, sobre todo, la sentencia de 2022 sobre el derecho al aborto, que desmanteló los precedentes anteriores -otra sentencia histórica, 'Roe v. Wade' , de 1973- y permitió a los estados establecer su propia configuración (de forma inmediata, decenas de estados de fuerte implantación republicana lo prohibieron o limitaron). En aquella sentencia, el gran bastión conservador del tribunal, Clarence Thomas , sugirió que otros precedentes -como 'Obergefell v. Hodges' , la sentencia que estableció el derecho al matrimonio gay- también debían ser revisitados. Esa posibilidad, al menos de momento, se aparta con la decisión del Supremo de este lunes de rechazar la apelación de Davis, que exigía al tribunal que eliminara la orden impuesta por instancias inferiores de indemnizar con 300.000 dólares a la pareja a la que negó el matrimonio y la más ambiciosa de tumbar el precedente de la sentencia de 2015.