La Xunta lleva años exhortando a las empresas gallegas a apostar por la internacionalización para expandir su capacidad productiva y animando a las tres universidades públicas a seguir el ejemplo. Frente a la demografía y a la competencia de FP, factores que presionan a la baja la matrícula en las facultades —como apunta el Ejecutivo autonómico en el Plan Galego de Financiamento Universitario todavía vigente—, los campus gallegos se ven obligados a salir a pescar fuera a potenciales candidatos y esos esfuerzos están dando resultados. Al menos, los últimos datos publicados por el Ministerio de Universidades muestran que en siete años la cifra de alumnos extranjeros que recibe Galicia con la idea de formalizar una matrícula convencional, al margen de programas de movilidad tipo Erasmus, se ha duplicado.