El primer día de confinamiento obligatorio para las aves de los 27.000 corrales domésticos situados en los 40 concellos gallegos incluidos en zonas de especial riesgo (ZER) y especial vigilancia (ZEV) frente a la gripe aviar arrancó sin sorpresas. La medida, aprobada por el Ministerio de Agricultura, afecta al 17,6 % de los gallineros registrados en la comunidad —hay 153.603 corrales de autoconsumo en Galicia en el registro oficial, de los cuales 7.069 se sitúan en ZER y 19.993 en zonas de especial vigilancia (ZEV)— y con ella se busca frenar la expansión del virus, detectado en aves silvestres pero aún sin presencia en explotaciones domésticas.